El Nuevo laborismo (en inglés, "New labour") se refiere a un periodo en la historia del Partido Laborista Británico, desde mitad de los años 80 hasta principios de la década de 2010, bajo el liderazgo de Tony Blair y Gordon Brown. El nombre proviene del título de un Congreso, utilizado por primera vez por el partido en 1994, que se recogió más tarde en una declaración de intenciones publicada en 1996, llamada "Nuevo laborismo, nueva vida para Gran Bretaña" ("New Labour, New Life for Britain"). Se presentó como la marca de un partido reformado, que alteró la Cláusula IV de sus estatutos y apoyó la economía de mercado. El eslogan fue utilizado extensamente mientras el partido estuvo en el gobierno, entre 1997 y 2010. El Nuevo Laborismo ganó las elecciones generales de 1997 y 2001 por mayoría absoluta, y volvió a ganar en 2005, esta vez con mayoría relativa. En 2007, Blair dimitió como el líder del partido y fue sucedido por Gordon Brown. El Laborismo perdió las elecciones generales de 2010, lo que resultó en un parlamento fragmentado y llevó a la creación de una coalición gubernamental entre el Partido Conservador y el Partido Liberal; Gordon Brown dimitió como Primer Ministro, y como líder del Partido Laborista poco después. Fue sucedido por Ed Miliband tras las elecciones al liderazgo del partido que tuvieron lugar aquel mismo año.
La marca del "Nuevo Laborismo" fue desarrollada para recuperar la confianza del electorado y para escenificar una partida del "Antiguo Laborismo", el cual había sido criticado por el quebranto de sus promesas electorales y por sus vínculos entre los sindicatos y el estado. El "Nuevo Laborismo" se utilizó para comunicar la modernización del partido al público. Estuvo coordinado por Alastair Campbell, que centralizó las comunicaciones del partido y utilizó su experiencia en el periodismo para conseguir buenas relaciones con los medios de comunicación. En 2002, tras las críticas de Philip Gould, Blair anunció la necesidad de reinventar la marca, basándola en una política interna unificada y una reivindicación más grande de la política exterior. Tras el liderazgo de Neil Kinnock y John Smith, el partido, bajo la marca del Nuevo Laborismo, intentó ampliar su base electoral y, en las elecciones de 1997, su apoyo se elevó sustancialmente entre las clases altas y medias. Los laboristas mantuvieron este apoyo amplio en las elecciones de 2001 y 2005. La marca se retiró en 2010.
El Nuevo Laborismo tuvo como elementos clave el pensamiento político de Anthony Crosland, el liderazgo de Tony Blair y Gordon Brown, y la campaña mediática fraguada por Peter Mandelson y Alastair Campbell. La filosofía política del Nuevo Laborismo fue influenciada por el desarrollo, dentro del partido, de la "Tercera vía", ideada por Anthony Giddens, que intentó crear una síntesis entre socialismo y capitalismo. El partido enfatizó en la importancia de la justicia social, más que en la igualdad, así como en la necesidad de igualdad de oportunidades, y creía en el uso del mercado libre para otorgar eficiencia económica y justicia social. En 2002, Giddens consideró a la propaganda manipuladora como el fracaso más grande del Nuevo Laborismo, pero elogió el éxito del partido en algunas áreas y la marginalización del Partido Conservador.